Por vocación...
Y es que hoy por fin y ya para siempre llevo en mi piel la pasión que siento por mi trabajo.
Un cambio de color, un corte desenfadado, el recogido de una novia...Todos los trabajos y cada una de las sonrisas que te dedican tus clientas hacen que tu día a día y la rutina un motivo de felicidad.
Ese sentimiento de orgullo de saber que lo estoy haciendo bien y aún así deseo mejorar y seguir avanzando...
Ese "pique" conmigo misma de que mi clienta se valla cada día más contenta que el anterior...
Esa mirada de complicidad que me dedican cuando acabas un trabajo...
Esa sonrisa tonta que me sale mientras realizo un color...
La sensación de las tijeras rozando mis manos y que justo en ese momento me sienta más segura que nunca...
...Es increíble que desde muy joven me haya dedicado a lo que quería. Una suerte tener las cosas tan claras siendo aún adolescente.
Y si una profesión puede despertar tanta pasión el tener un negocio propio es un mundo a parte. Un mundo de superación y de afán. Y es que desde que el día diez de agosto de 2009 abrió sus puertas StyloXXI mis preocupaciones del día a día pasaron a un segundo plano.
Las alegrías que te da un negocio son difíciles de superar. Pero no todo es bueno. Mi almohada perdió la cuenta de mis noches en vela... Y quizás por eso cada día me levanto con más ganas que el anterior para afrontar un nuevo día de trabajo en MI peluquería.
No puedo terminar esta entrada sin dejar de dar las gracias a quién en su momento estaba a mi lado para darme todo su apoyo, fuerza y energía para emprender StyloXXI (te sigo dando las gracias... )
Ni tampoco a Susana Ruiz y Gaspar Martinez que fueron mis dos referentes en mi profesión. Es inevitable acordarme de pequeños detalles de mi día a día y pensar que ellos fueron parte de lo que soy ahora.
Sencillamente me encanta mi profesión. Y ahora también mi tatuaje...
Y también el facebook Quién me tatua es David Sanchez, por si queréis ver sus trabajos.